en el que la lluvia me hace viajar al pasado,
te fuiste sin avisar, aunque no fue tu culpa,
faltaron muchos momentos que compartir.
Maldita enfermedad!, enfermedad maldita
me hace sentir odio y lo detesto,
me hace dudar de Dios y de los hombres,
porque ni los rezos, ni la ciencia detuvieron tu partida.
No te había escrito porque las lagrimas borraban mis letras,
ahora caen sobre el teclado creando cortocircuito,
pero el dolor producido por la corriente hacia mis manos
es menor que el dolor que siente mi alma.
Quisiera suicidarme para volver a verte,
pero recuerdo que el que se quita la vida va al infierno,
por eso espero a que a Dios le de la gana
de separar mi alma de mi cuerpo.
Además se que si lo hago, cuando te vea, me harás la ley del hielo,
porque sería un insulto a tu vida que yo me quitara la mía,
no deseo intercambiar papeles,
porque de todas formas no te tendré a mi lado.
Pero se que sigues aquí,
tal vez no observándome, ni cuidándome,
se que sonríes en algún lado
paseando por los rincones de mi mente.
